BIENVENIDOS A CENTRO SURYA TERAPIAS COLÓNICAS NOROESTE
Mi nombre es
Adriana Diaz Curcio, tengo una hermosa gran familia que creamos con mi esposo
de muy jóvenes. Esto hizo que comenzara mi búsqueda hace sólo un par de años ya
que me encontraba abocada a mi familia.
Siempre hay una
razón: un desasosiego interno, una disconformidad o tal vez la puerta sea abierta por alguna enfermedad.
En mi caso
particular, comienzo a buscar un equilibrio interno a través del yoga. Estaba
finalizando mis estudios en esta disciplina y, mi maestra, me sugirió que me
hiciera una terapia colónica. “¡¿Qué es eso?!”, me pregunté.
Así me encontré
con esta maravillosa herramienta y, desde entonces, se ha convertido en la
puerta de ingreso a la salud y la plenitud para mí. Justamente es por ello que
lo recomiendo a todos aquellos que deseen lo mismo y estén buscando este tipo
de respuesta.
Por supuesto
que fui sumando conocimiento hasta concluir que la salud, en mi opinión, tiene
tres patas fundamentales: yoga, depuración del organismo y alimentación
fisiológica.
- Yoga:
Implica no solo
la práctica continua de las asanas o posturas, sino también pranayamas, respiraciones
conscientes que mejoran la captación del oxígeno y la eliminación del dióxido
de carbono, además de controlar el prana (energía vital); y la meditación;
técnica milenaria para lograr el aquietamiento de la mente y la paz interior.
“La enfermedad
es la oscilación de la mente entre el pasado y el futuro”, tenemos 600.000
pensamientos x día, y todos recurrentes, ¡¡¡siempre pensamos lo mismo!!!
Por lo tanto,
vivir sólo el presente es lo saludable ya que es lo único que tenemos: el
pasado y el futuro no existen.
- Depuración del organismo:
Es claro que
para comenzar una obra de arte, el lienzo debe estar limpio y nosotros somos
nuestra propia obra de arte.
Es cierto que nos
ocupamos de estar impecablemente limpitos por fuera: nos bañamos todos los
días, nos perfumamos, nos ponemos desodorantes, cremas, etc. Pero… ¿por dentro?
¿Y los canales, los conductos, los filtros? O, ¿tendría que ser trasparente
nuestro abdomen para tomar conciencia? “Ojos que no ven…”
- Alimentación fisiológica:
Es una
modalidad de comer con la que se aprende a regular la ingesta sobre la base del
hambre y la saciedad, utilizando alimentos naturales. Comer fisiológicamente es
una habilidad con la que todos nacemos. Pero, esa capacidad innata, se anula
por las modalidades civilizadas de alimentación (dietas y excesos); y por el
uso indiscriminado de alimentos artificiales (refinados e industrializados) que
nos imponen desde que nacemos. Esa habilidad puede ser restablecida,
recuperando de esa forma el equilibrio de la conducta alimentaria, el
metabolismo y el peso.
La hidroterapia
colónica es el único proceso mediante el cual se limpia el colon en toda su extensión.
Consiste en el paso del agua por gravedad a través del recto, utilizando una
pequeña cánula.
Es una práctica
absolutamente inocua e indolora que tiene muchos más beneficios que
contraindicaciones, ya que se puede realizar en niños pequeños hasta ancianos.
Se logra
eliminar toda la toxicidad acumulada en el colon durante años, previniendo y
remitiendo muchas enfermedades, aún las llamadas terminales.
Luego de
limpiar bien el colon, es aconsejable continuar con limpiezas hepáticas,
renales y, también, del órgano más grande de eliminación: la piel.
Todas estas
depuraciones, que son ancestrales: la tina, jala neti, ducha de agua fría,
emplastos de arcilla, etc. fueron desapareciendo con la llegada del modernismo.
Ningún proceso
de sanación, es único ni mágico; es un camino de ida que difícilmente tenga
retorno, y además incluye muchas otras prácticas de higienismo y alimentación
imprescindibles para completar el proceso.
En definitiva:
mi aporte de hoy es contarles mi propia experiencia, que según mi criterio es
de lo único que podemos hablar con real certeza.
El antes:
Pesaba 15 kg más
y sufría de: hipotiroidismo, artrosis cervical, escoliosis, lordosis, hernia de
disco, ataque de pánico, depresión, colesterol altísimo y, lo último, quiste en
el útero, que por mandato genético tenía que convertirse, o fue cáncer, no lo
averigüé; a pesar de que el médico había sentenciado que me iba a “vaciar” para
que me quedara tranquila.
Tomaba fármacos
para todo: para dormir, para despertarme, para dolores, para hipotiroidismo, para
colesterol, etc.
El después:
Tengo 15 kg
menos, no tomo un solo fármaco, el supuesto quiste o tumor no está más, no hay
colesterol ni hipotiroidismo –que se supone es para toda la vida- me siento
plena y mejor que cuando tenía 30.
Adiana Diaz Curcio
Terapeuta Colónica
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